La Carta

Sólo puedo escribirte con frases
Las que nunca te he dicho
Frases que al principio quería decirte al oído,
Susurrártelas,
Y las que después de estos años, quizás demasiados,
Sólo podía gritarlas.
Ya no puedo, no tengo voz,
Tú me la quitaste, me la negaste.
Te lo di todo y no me queda nada,
Ni siquiera lágrimas.
Los ojos se me han secado.
Todo lo que me has hecho, es lo que me ayuda a dejarte.
Para salvar a mi hijo, a ese hijo que ya no es tuyo…
Mi hijo.
Por él me atrevo, por el me arriesgo,
Por que no quiero dejarle solamente unas manos vacías.
Tengo miedo.
Sé que no valgo nada, como tu bien dices.
He encontrado el cuaderno de nuestro hijo, de mi hijo.
En sus dibujos
Se escucha el ruido de tus pasos,
Veo el miedo en nosotros,
Nuestra soledad…
Estaba sangrada,
Ahorcada,
Esta ciega.
¿Por qué hacerle crecer en un mundo donde no se reconoce?
Te odio tanto…
Cuanto te quiero.
El cuchillo y la herida se duelen el uno al otro.
Te dejo,
No nos busques,
Olvídanos,
Por favor.